SÍNTESIS BIOGRÁFICA
OSCAR RAFAEL VASQUEZ MORENO
Caracas, 30 abril 1949 – Caracas, 20 agosto 2002
Cursó estudios en Escuela de Artes Plásticas Cristóbal Rojas 1966-68, Centro Gráfico de Caracas 1967-70 y Taller de Arte Experimental de Caracas 1967-71.
En 1971 forma parte del Taller Doce en el Ateneo de Caracas. Diseña en 1974 y 1975 3 ejemplares de la revista El Farol. En 1980 ejerce la dirección de la Unidad de Diseño del Departamento de publicaciones de la Galería de Arte Nacional. Coordina en 1985 la edición del libro Diseño Gráfico en Venezuela de Alfredo Armas Alfonzo, editado por Maraven donde se desempeñó como diseñador entre 1983 y 1985. En 1985 año funda el taller de comunicación y diseño Contexto.
En 1998 se desempeña como Diseñador Jefe en el Museo Alejandro Otero. Desde 1989 hasta 2000 se desempeña como miembro asociado de ABV Taller de Diseño.
Vásquez desarrolló una investigación volumétrica a partir de pliegues del papel, de los cuales obtiene formas abstractas que ha tomado para el diseño de 10 carteles para diferentes clientes y ha concretado en obra artística para su primera exposición individual en 1990: De planos, Galería Sotavento. Su formación artística estuvo muy influida por el arte experimental, el arte abstracto y la obra colectiva.
El sentido crítico de su aproximación al diseño lo llevó a dedicarse al trabajo de difusión cultural. Dentro de los elementos que pueden definir su lenguaje gráfico se encuentran el uso de formas geométricas, la composición en diagonal, el contrastado de tipografías por tamaño y el uso de colores planos con una paleta donde se privilegian los colores amarillo, rojo y negro.
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BIBLIOHEMEROGRAFÍA
Amstutz, Walter. Who’s who in graphic art 2. De Clivo Press, Zurich, 1982.
Armas Alfonzo, Alfredo. Diseño Gráfico en Venezuela. Maraven. Caracas, 1985.
Directorio de diseñadores venezolanos. Instituto Autónomo Biblioteca Nacional. Caracas, 1978.
Esté, Aquiles y Salcedo, Jacinto. D.G.V. 70, 80, 90. Diseño Gráfico en Venezuela. Centro de Arte La Estancia. Caracas, 1996.
Irazábal, Víctor Hugo. «Oscar Vásquez, apuntes digitales». Columna Galería de Papel en la revista Comunicación. Estudios venezolanos de comunicaciones Centro Gumilla Nº 115. Caracas, tercer trimestre 2001.
Llerandi, Felipe. 100 afiches Venezolanos, colección de la Biblioteca Nacional. Indulac. Caracas, 1991.
Márquez, Felipe. La imprenta como origen del diseño gráfico en Venezuela. Biblioteca Nacional. Caracas, 1996.
Márquez, Felipe. «Libros en Venezuela, su diseño». Revista Por el libro. Segunda Etapa, Noviembre 1996. Fundalibro. Caracas.
Olivieri, Antonio. Apuntes para la historia de la publicidad en Venezuela. Fundación Neumann. Caracas, 1992.
Satué, Enric. El diseño gráfico desde sus orígenes hasta nuestros días. Alianza editorial. Barcelona, 1988.
Williams, Rynn. «La vanguardia del diseño está aquí». En El Nacional. Caracas, 16 de julio de 1995.
Williams, Rynn. «South American Vanguard». En Graphis Nº 297. Mayo-junio. Nueva York, 1995.
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EXPOSICIONES Y RECONOCIMIENTOS
1973
> Intergrafik. Bienal internacional de diseño gráfico. Berlín.
> Exposición Mamita tápame que tengo frío. Ateneo de Caracas.
1977
Colectiva de diseñadores gráficos . Museo de Bellas Artes, Caracas.
1978
> VII Bienal Internacional de Afiches de Varsovia.
1979
> I Exposición Anual del Cartel, el Libro y la Fotografía Documental. Biblioteca Nacional-Galería de Arte Nacional. Caracas. Mención por el cartel Día de la Marina de Guerra. Diseñado por Oscar Vásquez, edición: Ministerio de Información y Turismo, impresión: Editorial Génesis, 1978.
1980
> II Exposición Anual del Libro y la Fotografía Documental. Biblioteca Nacional- Galería de Arte Nacional. Caracas. Selección por Libro mejor realizado íntegramente con: Re-Cuento, varios autores. Diseñado por Oscar Vásquez, ilustrado por José Antonio Quintero, Rolando Dorrego, Adrián Pujol, Margot Römer y Claudio Perna, edición: Fundación Eugenio Mendoza, impresión: Editorial Arte.
> VIII Bienal Internacional de Afiches de Varsovia.
> Exposición El paquete erótico. Sala Ocre, Caracas.
1982
> IV Exposición Anual del Libro. Biblioteca Nacional-Galería de Arte Nacional. Caracas.
Selección por Calidad del diseño: Bolívar, Bello y el porvenir, de Pedro Grases y Manuel Pérez Vila. Diseñado por Oscar Vásquez, edición: Fundación Eugenio Mendoza, impresión: Cromotip. Caracas, 1981.
> Exposición Internacional del arte del Libro IBA. Leipzig, República Democrática Alemana. Diploma de honor por: Catálogo Asdrúbal Colmenares de la Galería de Arte Nacional. Impresión: Editorial Arte. Caracas.
1983
> V Exposición Anual del Libro y III Bienal del Cartel. Biblioteca Nacional-Galería de Arte Nacional. Caracas, 1983. Participó con el libro: Venezolanos del Siglo XX. Diseñado por Oscar Vásquez, edición: Fundación Mendoza. Caracas, 1982. Y el cartel: Maraven somos todos. Diseñado por Oscar Vásquez, edición: Gerencia de Relaciones Públicas de Maraven, impresión: Refolit. Caracas, 1983.
> V Bienal Internacional de Afiches. Lathi, Finlandia.
> Exhibición Internacional de Afiches. Bienal de Colorado, Estados Unidos.
1985
> VI Exposición Anual del Libro. Biblioteca Nacional. Caracas. Reconocimiento por sus valores gráficos y calidad técnica de sus realizaciones al libro: Manchas de asombro, de Alirio Palacios. Diseñado por Oscar Vásquez, edición: Ernesto Armitano, impresión: Gráficas Armitano. Caracas, 1984.
> Exhibición Internacional de Afiches. Bienal de Colorado, Estados Unidos.
1986
> VII Exposición Anual del Libro ilustrado y IV Bienal del Cartel. Biblioteca Nacional. Caracas-Fundación Teresa Carreño. Con el libro: Desde el mar de las alturas de Edgar Cherubini Lecuna y Jorge Andrés Delano. Diseñado por Gerd Leufert y Oscar Vásquez, edición: Fundación Eugenio Mendoza, impresión: Cromotip C.A. Caracas.
1988
> XIX Exposición Anual del Libro y V Bienal del Cartel. Biblioteca Nacional. Caracas. Por el libro: Giotto y Compañía de Arturo Uslar Pietri. Diseñado por Contexto C.A.-Oscar Vásquez, fotografía de Petre Maxim, Ricardo Armas y Andre Morán, edición: Fundación Eugenio Mendoza, impresión: Cromotip. Caracas, 1987.
1989
> X Exposición Anual del Libro. Biblioteca Nacional. Caracas. Con el libro: Venalum Informe Anual 1987. Diseñado por Contexto (Oscar Vásquez, Waleska Belisario y Carolina Arnal), fotografía de Agencia Cóndor ( Pablo Krisch, William Cifuentes y Gonzalo Martínez), edición: Venalum, impresión: Cromotip, impresión: Cromotip. Caracas, 1988.
> Exposición Internacional del arte del Libro IBA. Leipzig, República Democrática Alemana
Diploma de honor por el libro: Venalum Informe Anual 1987. Diseñado por Contexto (Oscar Vásquez, Waleska Belisario y Carolina Arnal), fotografía de Agencia Cóndor ( Pablo Krisch, William Cifuentes y Gonzalo Martínez), edición: Venalum, impresión: Cromotip, impresión: Cromotip. Caracas, 1988.
1990
> Exposición De Planos, Oscar Vásquez. Galería Sotavento, Caracas
1991
> Premio Gráfico Nacional, categoría Libro tapa dura, otorgado por la Asociación de Industriales de las Artes Gráficas de Venezuela al libro: Fiestas tradicionales de Venezuela, editado por la Fundación Bigott. Caracas, 1991.
> Premio Gráfico Nacional, categoría Catálogos, otorgado por la Asociación de Industriales de las Artes Gráficas de Venezuela a la publicación: Víctor Hugo Irazábal, editado por Financorp. Caracas, 1991.
1993
> Mención Fundalibro, categoría Mejor libro ilustrado por: Miguel von Dangel, La Batalla de San Romano, editado por la Fundación Polar, 1993.
1994
> I Exposición Calidad de la Producción Editorial Venezolana organizada por Fundalibro en la Biblioteca Nacional, Foro Libertador, Caracas. Mención por el catálogo: Miguel Von Dangel y la Batalla de San Romano. Diseñado por Carolina Arnal y Oscar Vásquez, edición: Fundación Galería de Arte Nacional.
> Selección de Premios ANDA (Asociación Nacional de Anunciantes) por el Calendario: Imagineros de la fé. Editado por la Fundación Bigott, 1993.
1995
> II Exposición Calidad de la Producción Editorial Venezolana organizada por Fundalibro en la Biblioteca Nacional, Foro Libertador, Caracas. Mejor libro del año: Libro Divulgativo por: La pesca artesanal en la costa caribe en Venezuela de María Suárez y Carmen Bethencourt. Diseñado por Oscar Vásquez, edición: Fundación Bigott, impresión: Editorial Arte.
> Trienal Internacional de Escultura de Osaka, Japón.
> La Intimidad, Espacios Unión. Caracas.
1996
> DGV 70, 80, 90. Diseño Gráfico en Venezuela. Centro de Arte La Estancia, Caracas.
> La imprenta como origen del diseño gráfico en Venezuela. Biblioteca Nacional de Venezuela, Foro Libertador, Caracas.
1998
> Selección de Premios ANDA (Asociación Nacional de Anunciantes) por el Calendario: Centenario de Arturo Michelena 1898 1998. Editado por el Consejo Nacional de la Cultura, Conac.
> Premio Calidad Editorial del Centro Nacional del Libro. Mención Enciclopedia y Diccionario: por Enciclopedia de la música en Venezuela (2 tomos). Editor: Fundación Bigott. Diseño: ABV Taller de Diseño, Oscar Vásquez. Impresión: Editorial Arte
1999
> Premio Calidad Editorial del Centro Nacional del Libro. Mención especial: Diccionario de cultura popular. Autor: Rafael Strauss K. Editor: Fundación Bigott Diseño: ABV Taller de Diseño, Oscar Vásquez. Diagramación: Lila Centeno. Fotografías: Nelson Garrido. Impresión: Editorial Arte
Representado en
> Biblioteca Nacional de Venezuela, Caracas
> Museo del Afiche, Varsovia
> Museo de Arte Moderno, Nueva York
> Museo de Bellas Artes, Caracas
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SELECCIÓN DE TRABAJOS
ENTREVISTA
Apuntes de una entrevista inédita
a Oscar Vásquez. 13 junio 1995
Por Jacinto Salcedo
Esta entrevista formó parte de la investigación hecha para la exposición del Centro de Arte La Estancia, D.G.V, 70, 80, 90, Diseño Gráfico en Venezuela en ella Oscar Vásquez reveló algunas de las motivaciones que lo hicieron diseñador. Más que un diálogo de preguntas y respuestas constituyó un formulario de trabajo sobre conceptos y eventos específicos a partir de una revisión del currículum del diseñador
El Centro Gráfico
Dependiente del Inciba (Instituto de Cultura y Bellas Artes), representaba una opción importante y un «aliento» en la formación de los diseñadores con respecto a las otras escuelas (Instituto de diseño de la Fundación Neumann y la escuela de arte Cristóbal Rojas). Funcionaba a partir de planes de trabajo o proyectos. Entre sus profesores estuvieron: Luis Chacón, John Lange, Pablo Calzadilla y Alirio Rodríguez.
El Taller Experimental de Arte
El Taller Experimental de Arte era un taller formativo dependiente del Inciba. Tutoreado por Víctor Valera, funcionaba por invitación. Implicaba intercambios de experiencias a distintos niveles principalmente con una formación plástica y constructiva.
Estos talleres eran una alternativa a la crisis que vivía la escuela Cristóbal Rojas. En ellos participaron Salvador Martínez, Santiago Pol, Elsa Gramcko, Andrés Salazar, Wladimir Sabaleta, Víctor Hugo Irazábal.
La aproximación al diseño dentro del Taller Experimental se dio ya que varios de sus participantes trabajaban en publicidad o en prensa. Adicionalmente servía para llenar una necesidad de trabajo remunerado.
«Se era diseñador más por una postura (actitud) ante el trabajo que por formación. El taller aportó un aprendizaje de técnicas gráficas y de reproducción industrial y nos dio una base conceptual y estética con ideas muy cercanas al sentido del diseño: el rigor, el espacio serial, el sentido constructivo, el uso de materiales diversos, el trabajo anónimo y no ‘mitificable’. »
El taller se terminó en 1971 al haber rivalidad entre sus participantes. Pol, Irazábal y Vásquez se separaron por no querer asociarse al arte cinético, a la obra individual y a la comercialización de la obra de arte. Fue cuando hicieron el Taller Doce.
El Taller Doce
Fue un taller de pintores y diseñadores. En el participaron Santiago Pol, Víctor Hugo Irazábal y Oscar Vásquez. Quedaba en El Silencio en los altos del Cine Capitolio, un espacio llamado Galería Helena Pablo.
El nombre del taller correspondía al número del local y se prestó a la anécdota jocosa de que «cada uno vale por cuatro».
Luego se mudó al Ateneo de Caracas bajo la condición de producir parte de la gráfica de los eventos que ellos produjeran. Allí se asociaron Octavio Russo y Marcos Vásquez. El taller duró hasta que derrumbaron el edificio viejo.
El libro El diseño Gráfico en Venezuela
Este primer libro antológico de diseño gráfico en Venezuela estuvo planteado originalmente como un homenaje a Gerd Leufert y luego se fue modificando este enfoque por uno más general. Contó con dos equipos de trabajo, uno desde las oficinas de Maraven y otro por fuera. Fue editado (desde Maraven) por Felipe Llerandi (no aparece en los créditos de la publicación) y coordinado por Oscar Vásquez, quien dirigía el comité de selección. Desde «afuera» contó con textos de Alfredo Armas Alfonzo y fue diseñado por Waleska Belisario y Sigfredo Chacón bajo la dirección de Gerd Leufert, quien además hizo la portada.
Contexto
El taller de diseño Contexto fue el resultado de la dinámica de trabajo de quienes participaron en la investigación y diseño del libro El diseño Gráfico en Venezuela.
Este taller multidisciplinario duró entre 1985 y 1988. entre sus participantes estaban: Oscar Vásquez, Waleska Belisario, Carlina Arnal, Mercedes (Tita) Madriz, Rafael Santana (Gongó), Víctor Hugo Irazábal y Sigfredo Chacón. Este equipo luego se fragmentó y se fundó ABV Taller de diseño.
Trabajo con el estado, cargo público
«El trabajo desde un cargo público me permitía libertad de acción ya que su fin no era comercial sino de difusión. Ante la posibilidad de un gobierno ‘rico’ habían realmente pocas limitaciones y permitía hacer proposiciones y experimentación. Esto se alimentaba también por un deseo de competencia y de reto personal.»
Carteles plegados
Permitieron llevar un ejercicio plástico a una solución real. De los 10 carteles que se hicieron sólo 2 fueron solicitados.
Se trataba de una solución volumétrica, geométrica y estructural. Se pudieron hacer ya que se trataron de clientes abiertos a nuevas propuestas. Dentro de las instituciones culturales gozaron de mayor aceptación. Fueron siempre de pequeños tirajes.
El primero fue hecho con Domingo Álvarez en 1974.
«El cartel no funciona en este país. Sólo se hacen carteles de colección o souvenir lo cual es una arbitrariedad.»
En 1990 se hizo la única exposición individual de Vásquez en la Galería Sotavento en Las Mercedes, Caracas. Se trataba de piezas hechas cartón que mostraban los resultados de esta investigación. El catálogo era una suerte de papiroflexia.
Sentido del trabajo en equipo
Las experiencias de taller y trabajo colectivo sirven para cuestionar los criterios individuales y ponerlos en función del trabajo. Sirven para obtener varias alternativas de resolución. Generan críticas que enriquece los proyectos. Permiten tener otras percepciones, ya sean dentro del mismo grupo o de la periferia.
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TESTIMONIOS
Santiago Pol. Diseñador Gráfico
Intereses compartidos
«Gran amigo. Creador muy crítico y agudo. Con una especial dedicación de oficio al diseño aunque se manejaba en esa dualidad entre arte y diseño.
Con Oscar tuve la oportunidad de compartir a mi llegada de Francia en el año 67 cuando formamos parte del Taller Experimental de Arte que tenía Víctor Valera. Allí participaron también, entre otros, Víctor Hugo Irazábal, Elsa Gramcko, Jaime Valencia, Wladimir Sabaleta y Andrés Salazar.
El taller sirvió para despertar entre los participantes tres campos de interés distintos: el arte puro, con un sentido experimental; el compromiso político a través del Partido Comunista y el interés por el diseño gráfico.
Acabado el Taller Experimental creamos entre Oscar, Víctor Hugo Irazábal y yo el Taller Doce. Quedaba en el Centro de Caracas, en el Teatro Capitolio, un cine de mala muerte donde transmitían películas eróticas. El espacio era tan pequeño que no cabían dos mesas de dibujo. La dinámica de trabajo se estableció al hacer al mismo tiempo diseño, política y arte.
Recuerdo una exposición de caricaturas en la Galería Helena Pablo (del mismo dueño del cine Capitolio) de Víctor Hugo llamada Humor Negro y Humor Vítreo donde Oscar y yo hicimos el montaje y el afiche. Para hacer participar a la gente de la calle se nos ocurrió ofrecer los servicios de un quiromántico. El público debía ir a buscar al fondo de la sala un cambur que servía de trueque para que les leyeran las manos, así obligaban a la gente a ver la muestra.
Luego, el Taller Doce se muda al Ateneo de Caracas. En ese momento se juntan Marcos Vásquez (hermano de Oscar) y Octavio Ruso. De allí recuerdo la exposición Mamita tápame que tengo frío. Fue una muestra de arte figurativo iconoclasta y experimental donde se mezclaba lo surrealista y expresionista, con un tono de humor negro y sarcasmo. Lo de Oscar era una imagen de un tipo defecando. El Taller Doce duró hasta que se tumbó el edificio viejo del Ateneo.
Oscar era asiduo visitante al taller de diseño del Conac en las Mercedes. Allí me ayudó técnicamente a resolver varios de mis carteles dados sus conocimientos en moldes y vaciados y en su curioso dominio del espacio tridimensional. Incluso una vez sirvió de modelo para un cartel donde una mano tiene un dedo-lápiz.
También compartimos un viaje fuera de Venezuela, en 1978. Ambos participamos en la exposición de la VII Bienal de Carteles Varsovia y luego fuimos a París presionado por mi».
Víctor Hugo. Artista plástico y diseñador gráfico
Amigo leal y consecuente
«Mi amistad con Oscar Vásquez comienza en 1966 en el Taller de Arte Experimental. El Taller lo había organizado Víctor Valera. Nos conocimos peleando, tuvimos varios encontronazos. Luego de estas pequeñas diferencias nos unió una larga amistad. De los participantes del Taller, Oscar, Santiago Pol y yo comenzamos a entrenarnos en diseño. En el taller trabajaba Jaime Valencia, un señor muy habilidoso, un publicista que nos enseñó trucos de imprenta.
Paralelamente yo entré a trabajar en el Bloque de Armas diagramando la revista Bohemia, mejor dicho «tirando la parada». En el día yo hacía que trabaja e iba calculando los textos, en la noche Oscar me ayudaba a componer las páginas. Se podría decir que me daba clases de diagramación y en un acto muy noble, para que no perdiera mi trabajo, hacíamos la revista. Teníamos como referencia la revista alemana Twen. Recuerdo una vez que me encargaron unos mapas de la Guerra de Vietnam.
Yo le conseguí a Oscar la oportunidad para que trabajara en la revista Momento. Luego de probar, determinó que no le interesaba la publicidad ni las revistas comerciales. Fue cuando decidió dedicarse al diseño institucional y al diseño editorial cultural.
Estando en el Taller Experimental nosotros tomamos la embajada de Brasil protestando contra la Bienal de Sao Paulo. En aquella época había una represión artística y desde Europa se hizo un boicot mundial a la Bienal. Parte de esta acción fue impedir la inauguración en el Museo de Bellas Artes de la exposición Las Joyas de Dalí. Nosotros le pusimos el candado al museo y esa misma tarde tomamos la embajada. Esa acción sirvió para que Venezuela retirara la obra que iba a enviar. Eran acciones políticas ligadas al mundo cultural.
Cuando tuvimos el Taller Doce, Miguel Otero Silva nos ofreció mudarnos al Ateneo de Caracas. El compromiso que teníamos con el Ateneo era hacer el diseño gráfico de la programación que ellos tuvieran. Es cuando comienza a hacer carteles de teatro, recuerdo en especial el de una obra que dirigía Carlos Jiménez, Cristo Astronauta.
Otro proyecto en el que trabajamos juntos fue el Paquete erótico, en los 80 con un grupo que llamamos Contracorriente (manifestaciones artísticas que no tuvieran espacios expositivos), en los altos de la Sala Ocre en Sabana Grande. Queríamos recoger la memoria erótica en Venezuela, en toda su amplitud, desde las manifestaciones de poetas, escritores, ensayistas, pintores y escultores, hasta la memoria popular escrita: los chistes eróticos, los papelitos que circulaban por las oficinas, las pintas en los baños. Oscar fue el encargado de hacer el empaque en el que consistía el «paquete» erótico, donde se metieron infinidad de hojas individuales reproducidas en multígrafo, llegó a pesar 5 kilos de papel. También fue el responsable del montaje de la exposición. Santiago hizo el cartel.
Oscar era el único que veía mis trabajos, a parte de mi esposa, antes de hacer las exposiciones. Hacía apreciaciones muy sinceras y críticas. Decía cosas como «eso es un mogroño, no me enseñes eso», también usaba la frase «ese es un carreta» por decir echar carro, embarcar. Fue un hombre leal y consecuente. Era un hombre muy sincero y consecuente con sus principios. No era un tipo fácil. Si te abría esa rendija de la amistad, era un privilegio.
Aunque no trabajó dando clases Oscar representó una escuela en si mismo. En su paso por Fundateatro, la Galería de Arte Nacional, Maraven o ABV su orientación crítica y especializada llegó a gente como Horacio Guía, su hermano Marcos, Waleska Belisario, Carolina Arnal, Tita Madriz».
Alberto Márquez. Escritor y editor
Un lector exigente y gente
«Tuve la suerte de conocer a Oscar Vásquez cuando trabajé en la Galería de Arte Nacional. Allí conocí varios de los excelentes catálogos que había diseñado para la institución y, en diversas oportunidades, mientras estuve al frente del Departamento de Publicaciones, tuvimos ocasión de trabajar juntos. Pero sólo fue más tarde, involucrados en proyectos exigentes que nos obligaban a comunicarnos constantemente, cuando conocí en verdad no sólo su gran profesionalismo como diseñador, sino también su lado humano, su generosidad, el compromiso que establecía con el trabajo y con las personas, generalmente varias, que conforman el equipo necesario para hacer un libro. Una de las frases que le escuché en distintos momentos y que siempre llamaba mi atención es que decía «un libro es siempre un hijo bastardo. En realidad nunca se termina de saber quién es el padre». Cuidaba cada una de las fases por las que atraviesa una publicación y era capaz de adelantarse, como buen diseñador, a los posibles problemas que puede enfrentar un libro en su proceso editorial.
Otra característica resaltante en su trabajo es que leía todos los libros que diseñaba.
Esto puede parecer una tontería, pero no lo es cuando sabemos que la mayoría de los diseñadores no se pasean por la lectura de lo que están diseñando. De allí que en muchos momentos lo vi llamando a un autor para discutir aspectos que le parecía que no estaban bien resueltos, lo que conllevaba también a una irresolución en el diseño. Si tuviera que decir algo sobre su trabajo y la manera como lo hacía, me atrevería a pensar que conjugaba, al mismo tiempo, las virtudes del arquitecto y del ingeniero. Tenía gran creatividad pero, al mismo tiempo, conocía exactamente qué cosas se podían resolver y cómo, y cuáles iban a resultar difíciles, por los materiales, por el proceso de impresión, por el tipo de exigencia que presentaría.
Pero no puedo terminar esta pequeña nota sin hablar del amigo. Oscar cultivaba la amistad como una religión, estaba pendiente, con un sentido casi paternal, de las personas a las que brindaba su amistad. Quienes lo conocimos sabemos de su desprendimiento, aderezado de fina ironía y de buen humor».
Felipe Llerandi. Gerente de comunicaciones y editor
Talento compañero
«Conocí el trabajo de Oscar en Varsovia, fui a la Bienal de Carteles y los que más que interesaron eran de Oscar Vásquez, Víctor Hugo Irazábal y de Santiago Pol. Cuando regresé a Venezuela me llamaron para dirigir el Farol, fue cuando decidí contratar a un talento joven. Cuando lo llevé a Cromotip me dijeron ¿quién es ese niño?, porque estaban acostumbrados a Leufert y Nedo. Luego con el tiempo esta percepción había variado y veían en él a un conocedor de la imprenta.
Luego para donde yo iba me lo llevaba. Trabajamos en Maraven y Fundarte. Puedo decir que de mi trabajo como editor el 90% fue hecho por Oscar. Creo que es difícil conseguir a un diseñador tan creativo y disciplinado.
Lo que me frustra de Oscar, es que el pudo haber sido un gran escultor y no llegó a desarrollar su investigación de planos en materiales como el hierro».
Luis Angel Duque. Curador y crítico de Arte
Oscar, el impecable
«En 1990 Oscar me solicitó hacer el texto del catálogo de su única exposición individual que se realizó en la Galería Sotavento, con lo cual me sentí muy honrado.
Luego en 1991 se dio la oportunidad de que él diseñara el libro de Pacheco Rivas, escrito por Roberto Montero Castro donde me tocó hacer la edición. Lo asombroso de este trabajo fue que logró hacer la maqueta en 72 horas y el libro estuvo listo en 5 días. Esta experiencia me reveló el nivel de dominio técnico y profesional con él que trabajaba.
Entre 1992 y 1994 hicimos cinco catálogos para la Bienal Dimple de Fundación Calara. Este trabajo nos permitió hacer un mapa del arte contemporáneo en Venezuela. Tuve la oportunidad de conocer 125 talleres. Fueron tiempos prósperos en cuanto a publicaciones de arte.
A partir del trabajo de la Bienal Dimple surgió un equipo de trabajo entre Oscar Vásquez, Carlos Germán Rojas (fotógrafo) y yo. Fue un trabajo muy profesional y a nivel de amistad fue impecable.
Oscar era un tipo de una sola pieza, era frío y distante adrede, pero íntegro. Yo lo considero un diseñador de los «duros», con un dominio del oficio y la tipografía. Me inspiraba respeto, me siento muy conmovido por su fallecimiento. Siento especial satisfacción de haber trabajado con él».
Jaime Bello-León. Periodista Gerente
Creatividad y maestría
«Recuerdo que con Oscar Vásquez hicimos el calendario de Michelena. Fue una experiencia muy grata porque su propuesta gráfica fue simplemente exquisita. El calendario fue el regalo corporativo del Conac en las navidades de 1997 y también se vendió en algunos centros culturales para que llegara a un público mayor. La gente lo quería tener porque era una pieza bella, limpia, elegante. Recuerdo que muchos embajadores nos lo pedían para llevarlo como regalo de Venezuela al exterior. Rápidamente se agotó. También fue seleccionado por ANDA como una de las mejores piezas de diseño de ese año.
Oscar era un hombre sumamente sencillo, parco, comedido con la palabra, de naturaleza recia y de aparente mal carácter. Con él siempre trabajé a gusto porque uno sabía que iba sobre seguro, ya que además de creatividad y maestría tenía sentido de disciplina y las cosas siempre salían a tiempo».
Calendario Centenario de Arturo Michelena 1898 1998.
Consejo Nacional de la Cultura, Conac, 1997.
Carolina Arnal. Diseñador gráfico
Oficio de compromiso radical
«Cuando entré a trabajar en la Galería de Arte Nacional con Oscar como jefe me sorprendió encontrar en la planera muestras de cuatricromías en todos los papeles disponibles de la imprenta. Con esto aprendí el oficio de investigar y experimentar con las posibilidades de los materiales. Oscar conocía profundamente el oficio de la imprenta.
Asumía los proyectos como un compromiso radical y se involucraba más allá del mero trabajo para el cual lo habían llamado. Esto sucedía por ejemplo cuando le enviaban textos para diseñar que no estaban bien redactados. En vez de resolver y diagramar, lo que sería un asunto superficial de «embellecer» un escrito, lo devolvía. Esta actitud le costó muchos pleitos pero siempre estaban ligados al sentido de excelencia en su trabajo.
Recuerdo una vez que le pidieron hacer un set de televisión para el noticiero estelar de Venezolana de Televisión. No sólo se limitó a hacer un diseño del mobiliario y los colores de fondo, sino que propuso cambios sustanciales en el movimiento de las cámaras para conseguir más dinamismo en la imagen. Esta propuesta tuvo mucha resistencia en el canal por la novedad que implicaba. Al final este set sólo salió al aire una vez.
Felipe Llerandi se lo llevó a trabajar a Maraven y esa figura de un diseñador para la parte institucional no cuadraba en los organigramas funcionales de la petrolera. De hecho muchas cosas de las que ellos hacían les resultaban a los gerentes muy difícil de evaluar. De esas historias de lo contradictoria que puede ser la percepción del diseño, recuerdo un caso que le pasó trabajando allí en 1983. Oscar diseñó uno de sus carteles plegables impreso con el fondo por un lado amarillo y por el otro rojo (los colores corporativos de la empresa) a través de los pliegues se veía el color del fondo de atrás. Era una campaña interna donde el eslogan era «Maraven somos todos». A uno de los gerentes le pareció que era muy ostentoso y lo mandó a recoger a pesar de que se le explicó que había sido un impreso muy económico porque sólo se usaron tres tintas. Ese mismo año ese trabajo fue merecedor de un premio en la III Bienal de carteles de la Biblioteca Nacional. A los pocos días estaban otra vez las dependencias de Maraven forradas de arriba a abajo con el cartel».