Tomado de la exposición Hora Cero. Anónimo.

Se cambia la imagen de 35 entes culturales por la del Ministerio de la Cultura

En el mes de marzo de 2006 entró en vigencia la medida establecida por el Ministerio de la Cultura de Venezuela donde se sustituye los logotipos y emblemas de 35 entes culturales por una imagen única. [gif animado portada y foto-montaje al final del texto: Aixa Díaz].

Ante esta medida no han sido pocas las reacciones por parte de personalidades de la cultura y el diseño gráfico que intentamos recoger y resumir en este artículo.

Los hechos

Según el ministro Francisco Sesto: «El logotipo es fundamentalmente un hecho comunicacional que tiene el objetivo de resumir un mensaje y que en esta época, en la que ha tratado por todos los medios de romper la cultura del feudo, había una cantidad de logotipos que el pueblo no relacionaba con la gestión del Estado.

Se seleccionó el emblema del perro y la rana para no hacer una referencia gráfica que pudiera pasar de moda. Este grafismo tiene un valor estético indiscutible, es anónimo, no resalta un valor gráfico por encima de cualquier otro y permanece en el tiempo».

Según el programa y manual de aplicación de dicha imagen: «El emblema del Ministerio de la Cultura está representado por un sello elaborado por miembros de la etnia Panare, ubicada al noreste de Guayana, Venezuela.

Su color se asemeja al producido por la semilla de la planta de onoto (Bixa Orelana), y es el mismo tono de uno de los tantos colores usados por la etnia Panare para embadurnar sus sellos, los cuales empleaban para pintar sus cuerpos.

Esta pintadera Panare nos transmite a primera vista las imágenes de un perro y una rana, además de un conjunto de grafismos geométricos. Ambas figuras quizás no sean realmente las expresadas por el autor de este sello, pero para efectos de nuestra Institución lo interpretaremos como representaciones de dichos animales». [http://www.ministeriodelacultura.gob.ve]

Carta enviada al Ministro Francisco Sesto el 30 de marzo de 2006

Las opiniones

«Lo que está pasando es ciertamente síntoma de un retroceso muy profundo. Durante décadas, profesionales de la comunicación visual hemos batallado para que el diseño sea una práctica orientadora hacia la modernidad. Esas conquistas han quedado totalmente endogenizadas».

Álvaro Sotillo
Folleto reproducido en fotocopia

«Los referentes simbólicos no pueden ser considerados “asuntos menores”, es inconcebible que esto no lo entiendan los gerentes del ámbito cultural. Lo que se ha pretendido ver como un procedimiento administrativo cohesionador, toca muy de cerca a la sensibilidad y el intelecto del sector cultural. Esto sucede porque entre otras cosas las marcas generan identidad y por lo tanto fidelidad.

Lo confuso es que ese precepto está expresado en la misión del referido ministerio: “Bajo el lema, ‘El Pueblo es la Cultura’, la institución trabaja arduamente con base en líneas estratégicas, tales como: la desconcentración, democratización y masificación de la acción cultural.” Pero el nuevo logo logra todo lo contrario: concentra e impone. Y seguimos escudriñando en los propósitos del Ministerio: “Es así como se crea una nueva institucionalidad que busca hacer del Ministerio de la Cultura un ente del Estado en donde la elevación de la conciencia y la capacidad creadora sean su norte.” Entonces ¿por qué se borra todo vestigio de integridad institucionalidad imponiendo como una orden , desde cuando la capacidad creadora se limita a una sola opción de imagen?».

Jacinto Salcedo
Documento inédito, marzo 2006

«La descontextualización de las formas indígenas no son más que una agresión a su propia cultura, y si estudiamos el arte de las formas al servicio de la comunicación, el folklore más puro supone la desaparición de su especificidad y su particularidad. Es en este sentido que trabajaba un Bartok con la música folklórica. Ahora, estos ejercicios realizados sin mayor justificación que una supuesta reivindicación de lo indígena terminan siendo ‘cosas sucias en lugares limpios’…».

Prof. Carlos Calderón
Documento inédito, marzo 2006

«¿Cuál será el propósito detrás de una demolición de las imágenes gráficas que representan la cultura contemporánea de un país, la pluralidad de pensamiento? Esto no es un problema de forma sino de contenido…

…Dónde queda la razón como modelo de la inteligencia en todas las argumentaciones para justificar tal error. ¿La nueva imagen gráfica que representa a todas las tendencias artísticas?

Estamos ante una situación de pretendida uniformidad cultural, pareciera que se desea, además de borrar la historia, el estrenar estilos únicos, no precisamente unitarios. Lo único, la idea única posible, la versión única e igual. Y nos referimos a la ideología en el diseño, al discurso socialista, cuando recordamos que se apropian y aplican el concepto de lo colectivo, para uniformar o compactar el pensamiento.

Ese sentido de tradición se altera en la revolución, es una re–evolución, que se acelera e involuciona. Para el pensamiento que representa esta nueva identidad gráfica no tiene ninguna valoración, ni el conocimiento, ni la experticia y mucho menos la razón. No hay innovación sin el reconocimiento de nuestra tradición, lo que hay es ciertamente síntoma de un retroceso muy profundo».

Gabriela Fontanillas
Intervención en el foro: La nueva generación en la comunicación visual
Museo de Bellas de Artes de Caracas
Viernes 17 de marzo de 2006

«Lo podemos ver desde la arista del diseño gráfico, lo que implica la pérdida de un patrimonio visual de monumental importancia. Lo podemos ver también a través de la imposición de un pensamiento único. Y eso es atribuible a la ignorancia de quienes están tomando esas decisiones, lo que sin duda es cierto, pero la clave aquí es que todo eso forma parte de un proyecto para suprimir la memoria de la Nación y reemplazarla por una idea que proviene de una intención abiertamente autoritaria”…. “Yo no quisiera hablar en términos de civilización/barbarie, cuarta/quinta… el punto es que hay una incomprensión del espíritu universal del venezolano. Nosotros somos aborígenes, modernos, premodernos y, al tiempo, posmodernos».

Aquiles Esté
Entrevistado por Milagros Socorro
En “Los liderazgos que han jurungado los símbolos han terminado mal”
El Nacional – Lunes 27 de Marzo de 2006 B/14

«Los museos, así como las editoriales, son entes difusores de cultura, de educación, son los referentes de la sociedad, los templos de la memoria cultural y por lo tanto de la identidad. Sus símbolos gráficos forman parte sustantiva de esta identidad. Para nada se trata de un capricho o “manifestación artística” aislada como se les ha querido ver. Los logotipos o emblemas de estas instituciones representan su esencia institucional, su deber ser. En algunos casos estos logotipos van incluso más allá de la mera función identificatoria, ellos representan valores de patrimonio visual arraigados en el ámbito cultural y muy particularmente en el del diseño gráfico ya que esos signos son la huella que nos dejaron insignes personalidades como Gerd Leufert, Nedo M.F., Álvaro Sotillo, Carlos Cruz-Diez, Waleska Belisario u Oscar Vásquez.

¿Sería posible que el Ministerio de la Defensa o la Comandancia General de las Fuerzas Armadas decidieran unificar la imagen de el Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y la Guardia Nacional bajo un mismo símbolo gráfico borrando sus funciones específicas?».

Jacinto Salcedo
En “Atentado contra la identidad”
El Nacional, 16 de marzo de 2006. B-12

«Todo tiene que andar al revés, todo debe voltearse patas arriba, aniquilando las grandes o pequeñas conquistas que penosa y lentamente fue consolidando el país. Aquí nadie osó nunca “marcar” la cultura con sellos personales o políticos, como quien le quema una herradura en las ancas al ganado. Quienes crearon los 35 logos de las 35 instituciones culturales que ahora han sido borrados, suplantados por un dibujo supuestamente panare que representa supuestamente a la rana y al perro, disfrutaron a plenitud de la libertad de creación, sin pensar en nada distinto a aquello que pretendían identificar o simbolizar.

Los grandes diseñadores dejaron su huella, y nos legaron no sólo su poder de creatividad sino también su espíritu de libertad. No nos llamemos a engaño, sin ese espíritu nada puede ser consistente con la Cultura. No sólo se borran ahora los logos, se aniquila de manera fría y calculadora ese otro contexto social en el cual trabajaron Gerd Leufert, Nedo M. F. y John Lange, los grandes innovadores del diseño, y quienes vinieron después como Álvaro Sotillo, Waleska Belisario y tantos otros que se inspiraron en aquellos ejemplos. No sólo se ha llevado al paredón a ese gran legado, también se trata de regimentar el futuro. ¿A quién se debe, si no a ellos, el avance y la modernidad del diseño gráfico en Venezuela?».

Simón Alberto Consalvi
En “La rana y el perro, o la guerra contra la Cultura”
El Nacional, 02 de Abril de 2006. D-4

«Manejar la unificación de las instituciones no es tarea fácil, tampoco ejemplificadora, porque finalmente la intención que debiera ser la de proyectar “diversidad cultural” se ha ha transformado a una única postura englobando a un sin fin de instituciones bajo un mismo lema, ¿será que acaso también éstas a la larga van a desaparecer, así como los múltiples salones de arte de donde salían las mas variadas propuestas? Lo que si sabemos, a “ojo cierto”, es que para que el universo gráfico que se nos ofrendó a través de Leufert y Nedo continúe, esa semilla no debe dejar de ser cultivada. Quizás este es el momento de agudizar esa mirada ya aprendida, y dejar claro que el camino por recorrer aún es largo en materia de diseño y que esto no puede, ni debe quedar truncado aquí».

Ira León
Intervención en el foro: La nueva generación en la comunicación visual
Museo de Bellas de Artes de Caracas
Viernes 17 de marzo de 2006

«Estas imágenes que hoy se eliminan, fueron luchadas trazo a trazo contra la fuerza del “ponme esto así, chico” o la estética del “porque lo digo yo”, de los funcionarios de los gobiernos anteriores. En la sensibilidad de los pioneros del diseño venezolano y de sus alumnos, estaba la firme convicción de reflejar el modelo modernizador que, demagogia aparte, se había emprendido en el país; y hablamos de reflejo porque los emblemas no mienten y en el caso de los Museos nacionales reflejaban un esfuerzo consistente de instituciones que aspiraban cumplir cabalmente con su papel en el desarrollo del país.

Por último quisiéramos señalar que en este gesto puede leerse un desprecio por el diseño, una tachadura desaprobatoria, y con ello un desprecio hacia la diversidad cultural, que es uno de los paradigmas que predica el actual proceso político… No hubo consulta, llamados, diálogo, propuesta. Se tenía que hacer, no un cambio para mejorar, sino una unificación. No se participó a los sectores que –eso sí– son los guardianes de los logros del diseño, que insertado en la cotidianidad del venezolano, se resiste a ser relegado a ningún tipo de mausoleo».

Carmen Alicia Di Pasquale
Documento inédito

«El problema, si en verdad se trata de homogeneizar todos los entes culturales con un único símbolo, hay que ubicarlo a nivel de los juicios de valor y de los discursos ideológicos asociados. Históricamente no ha sido exitosa la cancelación total o substitución de imágenes o símbolos producidos en etapas o fases consideradas como anteriores o «superadas» por el simple hecho de corresponder a una ideología. Lo que se hace, sin darse cuenta quizás, es reemplazar una ideología por otra. La cultura se empobrece cuando no tratamos de separar el valor estético de los programas ideológicos-políticos en todas aquellas soluciones gráficas que han mostrado determinados niveles socioculturales de aceptación, de permanencia o incluso de éxito en tiempos cortos pero intensos. En pocas palabras, ¿qué hubiese pasado si, por ejemplo, se hubiese borrado o no permitido la gráfica y la simbología creada durante el siglo XIX en Francia o Italia por el hecho de corresponder a la ideología burguesa? ¿Acaso no es más productivo reconocer los valores formales y estéticos de todos lo signos y símbolos producidos en una cultura visual determinada antes de intentar la regularización y homogeneización semántica?

Si de veras buscamos un proceso de revolución que transforme los signos y lenguajes anteriores debemos recordar que no existe la invención absoluta y el cambio radical en sentido estricto. Ni siquiera los formalistas rusos a través de su arte nuevo puesto en acción a comienzos del siglo XX quisieron apartarse de ciertos aspectos de la tradición cultural y visual anterior: combinaron el arte de la máquina y de la producción con los colores y ritmos de la tradición local».

Rocco Mangieri
Documento Inédito

«Me molesta profundamente que se hable de inclusión, que se hagan propagandas culturales con el tema de la democracia participativa, que se pretenda hacer creer al pueblo que el elitismo ya no existe cuando algunos sectores y Ministerios aprovechando sus 5 minutos de fama actúan sin consultar popularmente aquellas cosas que por su nivel de importancia y de alcance público lo requieran.

Francisco Sesto no podrá ser un buen líder en cuanto siga ignorando que su labor como Ministro no consiste en autopublicarse poemarios ni diseñar logotipos, creo que su trabajo sería más respetado si con humildad aceptase convocar a los diseñadores del país para medir la verdadera voluntad popular y no la voluntad de escritorio que ignora las criticas y subestima las opiniones de aquellos para los que trabaja. Porque olvida que él trabaja para nosotros, para el pueblo, para promover una cultura que a este ritmo le está dando el pase de abordaje para el extranjero a muchos jóvenes venezolanos que no encuentran en ser diseñadores, una profesión que sea tomada en cuenta sino que por el contrario han perdido su voz».

Firmado por XXI
www.aporrea.org
En el foro “Planazo contra la identidad cultural”
29 de Marzo 2005

«..esta sustitución de los emblemas por un sello que nada cifra, que es sólo un signo, una “marca”, constituye una violencia y una violación de nuestra historia y patrimonio, más dramáticamente, de la posibilidad de pensarnos en el nosotros y de imaginarnos –es decir, de darle forma propia a las ilusiones, a los derechos, a los requerimientos- en un mañana urbano, honrado y prudente, con una política y una comunidad de encuentros, de todos y entre todos: en la que se incluya la diferencia y la distinción».

Sandra Pinardi
En “Reportes de la Erosión: Los emblemas”
El Nacional – 13 de Mayo de 2006. Papel Literario/2